El mundo, del cual forma parte la Tierra, es finito ya que tuvo un principio y tendrá un fin. Sin embargo, nadie conoce cuando se producirá este final, aun cuando existe una vasta información sobre este tema, basándose en criterios muy personales y en supuestas videncias sin fundamente alguno.
Frente a esos supuestos conocimientos está toda la verdadera información revelada en los textos bíblicos y que como expresión directa de la palabra de Dios, trasmitida a través de profetas y evangelistas, posee para los creyentes toda la veracidad y certeza sobre lo que se puede expresar sobre este tema.
Hecho central para que el mundo finalice
La Biblia especifica muy bien las señales que precederán el final del mundo y todas sus enseñanzas coinciden en establecer que el gran y más importante acontecimiento es el regreso físico de Jesús a la Tierra, conocida como la segunda venida de Cristo cuyo objetivo es venir en búsqueda de su Iglesia, entendiéndose por esta no una entidad material, sino la totalidad de personas que han depositado su fe en Él y por medio de Él en Dios Padre y Dios Espíritu Santo.
Independientemente del credo religioso que se haya tenido en la Tierra. Todos aquellos que hayan creído en Jesús, hayan respetado sus mandatos y acogido a la voluntad divina, a partir del momento de la segunda venida de Jesús irán a vivir toda la eternidad a su lado (Tesalonicenses 4:16-17).
Señales que se producirán inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo
Nos enseña la Biblia que se producirán diversas señales celestiales que precederán las manifestaciones de gloria y poder que traerá Jesucristo. Se dice que el sol y la luna se oscurecerán y los cuerpos celestes se moverán bruscamente. Esto estará acompañado del sonido de una trompeta que anunciará la venida de un contingente de ángeles que reunirán a todos los elegidos que cumplieron la palabra de Dios, o que aun habiendo desobedecido se arrepintieron sinceramente de ello (Mateo 24: 30, Marcos 13: 26, Lucas 21:27).
A pesar que lo anterior está claramente expresado en la Biblia, eso no impedirá la angustia que experimentará en ese momento la raza humana, quien se llenará de terror por el temor que causará la visión de la actividad inusitada de cuerpos celestes que mostraran una desconocida actividad (Mateo 24:31 – Marcos 13:27).
Momento en que ocurrirá el fin del mundo
Se desconoce el día en que se produzca el fin del mundo, llegándose a pensar que sólo Dios Padre lo sabe, pero siendo la Santísima Trinidad un ente único, es lógico pensar que tal información es del conocimiento de las Tres Divinas Personas.
Otro aspecto que se comenta es que posiblemente sucederá como cuando se produjo el diluvio; que antes del mismo los pobladores llevaban su vida rutinaria y no se enteraron de nada hasta el momento de empezar el diluvio.
¿Cómo esperar el fin del mundo?
La mejor forma de esperar el fin del mundo es llevar una vida de obediencia a Dios y de servicio al prójimo de acuerdo a sus enseñanzas. Se debe tratar de permanecer lo más cercano a Dios, cumpliendo sus sencillos pero importantes mandatos y en caso de haberlos incumplido, debe hacerse la firma promesa de cambiar para que las faltas sean perdonadas y se pueda vivir al servicio del Señor, aceptando su perdón con mucha fe.
Señales actuales del fin del mundo
Diariamente convivimos ante la presencia de diversas manifestaciones indicadas en la Biblia como señales del fin del mundo, lo cual no significa que estamos o no, ante la proximidad de ese evento. Estos acontecimientos en oportunidades se ven como hechos cuotidianos en nuestra existencia.
Así leemos en los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas que se experimentarán hambres y epidemias, ocurrirán terremotos y se enfrentarán las naciones (Mateo 24: 5-8; 11: 23-26; Marcos 11:13; 13: 6-9; Lucas 21: 9-10; 21: 12-15).
También la presencia de falsas religiones y sectas que usurpando el nombre de Jesús engañan a la gente, afirman tener un guía que es el verdadero Cristo (Mateo 24:5; 11: 23-26; Marcos 13: 6; Lucas 21:8).
Algunas otras revelaciones contenidas en la Biblia
Según se puede interpretar en algunos pasajes de la Biblia, el fin del mundo a grandes rasgos se cumplirá en dos lapsos: durante el primero, Dios procederá a destruir toda falsa religión (Revelación 17: 1-5) y en la segunda fase comprende la aniquilación de mandatarios y personas malvadas que habiendo tenido oportunidad de arrepentimiento, voluntariamente no lo hicieron (Revelación 16: 14-16).
De igual manera, se dice que el momento final se dará cuando toda la humanidad reconozca y proclame que el Reino de Dios haya reemplazado a todos los gobiernos terrenales (Daniel 7: 13-14), dándose a conocer esta nueva situación en todas partes (Mateo 24: 14).
La Biblia también indica como muestras del fin del mundo, cambios negativos en el comportamiento humano, teniendo lugar aspectos incomprensibles en las interrelaciones personales. De este modo señala que:
“Se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, desobedientes a los padres, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (Timoteo 3:1-5).
Señales físicas y señales emocionales del fin del mundo
Son múltiples las señales sobre las que nos instruye la Biblia relativas a la conclusión de este mundo y sabia y crudamente presente en el Apocalipsis o Libro Profético. Por su parte, el Evangelio según San Mateo (Mateo 24: 1-14) contiene resumidamente un conjunto de anuncios proclamados al respecto por el propio Jesucristo.
En ambos escritos se revela la existencia de falsos Maestros y falsos Cristos, la persecución y odio contra los cristianos, hambre en grandes regiones, traición y odio entre los ciudadanos, aumento de la maldad y disminución del amor; esto es lo que puede llamarse señales emocionales.
Como indicadores físicos están la profusión de eventos bélicos, aumento en la incidencia de terremotos y la aparición de enfermedades y epidemias desconocidas.
A manera de conclusión
Al tener esperanzas y fe en Jesucristo se tiene la seguridad que estamos salvos en esta vida y para la vida eterna y que nadie ni nada puede alejarnos de esa realidad, por tanto no hay razones para temer al futuro ni tener preocupación por la llegada del fin del mundo.
Se debe vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, mostrando confianza en Él y obediencia. Si se recomienda que se debemos mantenernos alertas porque no se sabe el momento del fin del mundo, es una alerta para no caer en desobediencia, mientras que no es una alerta por temor, porque a partir de allí se disfrutará del máximo premio como es estar al lado de Dios eternamente.