Warning: count(): Parameter must be an array or an object that implements Countable in /home/biblia2/public_html/wp-content/plugins/wp-random-post-inside/wprpi_functions.php on line 216
Una de las etapas más relevante en la vida es la juventud, durante ésta etapa aquellos jóvenes que no tienen principios y valores firmes y claros comienzan a perderse en el mundo de las drogas, se rodean de malas personas o son heridas con facilidad por otras personas, se dejan seducir por la fornicación fomentando dudas acerca del matrimonio, se colman de inseguridades infundadas por la vanidad, entre otras cosas.
No cabe duda que la juventud debe disfrutarse sanamente y se debe sacar el mayor provecho de ella, pues esta pasa rápido. Se aprovecha el tiempo si lo inviertes en algo que valga la pena en realidad, en cosas que te ayuden a crecer espiritualmente. La Biblia contiene diferentes versículos que como joven te ayudarán y te serán de gran enseñanza. Entre ellos:
Huye de las malas pasiones y sigue al señor con un corazón limpio
“Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio” (2 Timoteo 2:22).
Ceder a las pasiones terrenales te daña y ante tantas tentaciones de pecado en el mundo, éste versículo enseña una manera clara y contundente para librarse de ellas, y no es más que ¡HUIR! Cuyo significado es alejarse de algo. Huir sin estar orientados es complicado. Éste versículo indica que además de huir se debe ir tras algo extraordinario, como lo es Cristo, con su justicia, fe, amor y paz. Esto implica buscar conocer a Cristo, tener una buena relación personal con Él. También es necesario tener compañeros espirituales, es decir, amigos con quienes puedas hacer oración, leer la Biblia, en pocas palabras que busquen experimentar día a día el amor de Dios, en compañía el camino se torna más fácil.
Lleva una vida íntegra
“¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos” (Salmos 119:9-10).
De manera general éste salmo 119 Magnifica la Palabra de Dios, la hace el centro de toda vivencia. En estos versículos se halla la clave para tener una vida recta, dentro de los caminos de Dios, la cual suena muy sencilla y es precisamente el “Guardar su Palabra”, frase conocida pero poco practicada por los creyentes y que implica más que ir a la iglesia y hacer oración todos los días. Para vivir bajo la Palabra de Dios es necesario buscarle, con todas las fuerzas del alma y así llegar a conocerle para poder poner en práctica. Para cerrar, el salmista realiza una importante petición a Dios que gira alrededor de sus leyes.
Revístanse de humildad
Así mismo, jóvenes, sométanse a los ancianos. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes (1 Pedro 5:5).
La Palabra de Dios amerita cumplir ciertas actitudes que los jóvenes creyentes deben tener en consideración. Por ejemplo, aquellos jóvenes cuyos padres que realicen actos de piedad y sean buenos, deberán aceptar y reconocer su experiencia en todos los aspectos de la vida. Además resalta la humildad en el trato con las demás personas, que sean sumisos. Y al final se expresa una advertencia, las personas que guarden orgullo y soberbia en su corazón no gozaran de la gracia de Dios. Pues sólo lo harán si se acercan a Él con humildad.
Ven y sígueme
“Todos esos los he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta? ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme”. (Mateo 19:20-21)
Para obtener libertad interior, esa libertad que te permite ser seguidor de Cristo, es necesario que te deshagas de toda atadura. En este versículo Jesús pide al joven que tome la dura decisión de abandonar sus bienes materiales, pues el poseer tantas riquezas lo conduce a la vida cómoda, lo que dejó muy triste al joven y es una señal de su apego a lo material. Ahora bien, estas riquezas pueden estar representadas en amistades, el éxito, los anhelos más profundos, todas estas cosas y más pueden hacer que te acerques o alejes de Dios y de tu ser interior. Cualquier cosa que en tu vida tome el primer lugar antes que Cristo puede ser un obstáculo para alcanzar la libertad plena en Él. A través de la oración y el sacrificio se depura la relación con Dios y el prójimo.
Acuérdate de tu creador
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1).
Disfrutar la juventud suele ser algo emocionante. Pero si no se tiene cuidado ésta emoción puede transformarse en un impedimento para acercarse a Dios. Pues cuando esto ocurre la atención está puesta en los placeres de la carne, en las cosas vanas y no en los valores espirituales. Llevar la vida fuera de la presencia de Dios hace que te trasformes en una persona sin esperanzas, solitaria, llena de amargura, te envejece. En cambio si llevas la vida donde Dios sea el centro de tu existencia, la hace plena, sentirás que todo marcha bien, que nada te hace falta más que Dios. Por eso no mal utilices tus capacidades mejor ponlas al servicio de Dios. Aprovecha el ahora y busca a Dios.
Sé buen ejemplo
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12).
Para vivir el Evangelio y prestar servicio a la Iglesia, la juventud no debe ser obstáculo alguno. Ya que muchos jóvenes han proclamado tener grandes y enriquecedoras experiencias espirituales. Pablo al escribir esta carta a Timoteo sabía que algunas personas de la iglesia no confiarían en su prédica debido a su corta edad lo que lleva a motivarlo a ser ejemplo de los fieles creyentes, llevando un comportamiento sensato. Con esto, las personas se darían cuenta que la importancia radica en el crecimiento espiritual y como se desenvuelve y no en la edad física. Este comportamiento sensato implica seis aspectos de la vida cristiana en el que se debe ser ejemplo en “palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza».
Dios te juzgará por tus actos
“Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo”. (Eclesiastés 11:9-10)
La Biblia expresa que el cuerpo debe glorificar a Dios y además que todo lo que hagas, incluso lo que comas y bebas debe ser para su honra y gloria. Toma en cuenta que la vida en este mundo terrenal es corta, dura poco. Y si dedicas tu juventud a vivir según el mundo, ¿Qué quedará para que le entregues a Dios?, le darás lo poco que te queda, le darás tu vejez. Mejor aprovecha tu juventud para dedicarla a Dios, dedícale todas las fuerzas de tu juventud, tu mente, tu cuerpo, lo mejor de ti.
Honra a tu padre y a tu madre
“Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra”. (Efesios 6:2-3)
Honrar a Padre y madre, resulta a veces complicado, ya que el orgullo del “yo” interno lo dificulta. Como jóvenes se suele pensar que ya están viejos, que no tienen idea de las cosas que hacen, que no entienden la sociedad actual. Pero precisamente por ser ellos viejos, gozan de experiencia y sabiduría. Los padres en el hogar representan la autoridad, por lo que los hijos deben estar sometidos a ella. Se debe honrar a ambos (Padre y Madre) nunca a uno si y al otro no. Al cumplir con el este mandamiento podrás ver realizada la promesa de Dios, que es, poder llegar a viejitos, en otras palabras tener larga vida terrena.
Aprende a llevar el yugo
“Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud” (Lamentaciones 3:27).
Para los creyentes, tanto jóvenes como adultos, es inevitable y hasta un poco desagradable las adversidades que se le puedan presentar. Se debe ser tolerante y saber soportar las pruebas ya que son estas quienes te preparan para afrontar los desafíos de la adultez. Toma en cuenta también, que a largo plazo tendrás menos preocupaciones, si logras enfrentar las pruebas de fe, como se deben.
Huye de la fornicación
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” (1 Corintios 6:18).
Ninguna persona puede servir a Cristo y al mismo tiempo vivir bajo inmoralidad sexual. Actualmente estas inmoralidades son aceptables para la sociedad, mientras que para Dios no lo es ni será en ningún momento. Puesto que nuestro cuerpo es templo, donde habita el Espíritu Divino, y al cometer estos actos de impureza lo agredimos a Él directamente.
Sean santos
“…porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16).
Dios es un ser integro, lleno de bondad, nada ni nadie lo iguala. Él es totalmente perfecto, y mientras los seres humanos vivan en la tierra será difícil igualarlo. El ser humano está llamado a la Santidad, pues Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, por consiguiente es posible alcanzar la madurez espiritual, es decir, se puede alcanzar el crecimiento pleno.
Los que esperan en dios, nuevas fuerzas tendrán
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan en Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:29-31).
Si deseas caminar de la mano con Dios, debes sacrificarte. Pero este sacrificio Él hará que valga la pena pues te dará fuerzas, sin importar la circunstancia. Estos versículos revelan lo consolador que es Dios Creador, que es Él quien nos sostiene y nos salva.
Vive decentemente
“Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en disensiones y envidias” (Romanos 13:13).
En pocas palabras, actúa con decencia, de forma honorable, como si fuese pleno día. Estas prácticas que se narran aquí muestran lo que sirve de refugio de las sombras de la noche. Vive tu vida de forma tal que motives e inspire a otras personas a superarse ser mejor cada día, lleva una vida que enseñe y demuestre que al seguir a Cristo, que al conocerle, aceptarle y amarle estas completo.
No todo te conviene
“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica» (1 Corintios 10:23).
Para actuar con libertad en Cristo, es necesario distinguir si realmente es conveniente practicarla y si ayudará a edificar o será un tropiezo en la fe, tanto para ti como para los demás. Si se trata de algo que manche la conciencia y por lo tanto la fe pues se trata de una acción que no edifica y claramente no conviene realizar.
Procura lo bueno
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres” (Romanos 12:17).
Como creyente debes estar abierto a recibir el mal por parte del mundo. Pero no significa que debas responderle de la misma forma. Ya que el que actúes de manera honesta con los demás, es mucho más importancia y creíble que el hacer propaganda de lo que crees.
Instruye bien al niño en su camino
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
El ser padres consta de una labor extraordinaria y una responsabilidad. Según la formación que los hijos reciban, dependerá el rumbo de su vida tanto terrenal como espiritual. Los padres sin la ayuda sabia, misericordiosa y llena de amor, que viene de Dios no pudiesen ejercer un buen rol.